Érase una vez una pizarra, vivía en
un aula de educación infantil, tenía dos borradores a su cargo y
decenas de tizas de colores, a los niños les encantaba usarla, y
ella era feliz haciéndoles disfrutar.
La pizarra vio como miles de niños de
diferentes generaciones aprendían jugando, también vio pasar por el
aula diferentes profes, y cada una llevaba la clase a su manera, pero
lo que todas tenían en común era el uso de las tecnologías, las
primeras llevaban un teléfono de unos 20 centímetros de largo y 5
de ancho, a medida que pasaba el tiempo estos teléfonos se hacían
cada vez más pequeños y ¡no sólo los usaban para llamar! Era
maravilloso, hacían fotos, enviaban mensajes instantáneos...pero no
solo cambiaban los teléfonos, encima de la mesa al principio de los
tiempos solo había papeles, bolígrafos y miles de archivadores, un
día decidieron cambiar eso por un “armatoste” compuesto de una
pantalla gigante, un teclado y un ratón, según oía la pizarra se
podía meter en algo llamado Internet, a medida que todo esto
evolucionaba con el individuo llamado Internet, la pizarra notaba
que las actividades cambiaban con los niños, eran innovadoras y
usaban menos fichas, pasó un tiempo y el armatoste se lo llevaron
para poner en su lugar un ordenador portátil, ese día también
pusieron en clase un proyector y una pantalla que a la pizarra no le
gustó demasiado, pues a veces la bajaban para poner el proyector y
ella perdía vista de todo, es como si desapareciera y eso le ponía
triste. Cada vez usaban más el proyector, ponían diapositivas de
cuentos, mientras la profe lo contaba, veían películas y todo
parecía ser más divertido aún.
La pizarra no entendía el por qué de
todos estos cambios hasta que un día por fin gracias a una reunión
en su aula pudo dar todas sus preguntas por contestadas, llegaron
sobre las cinco de la tarde un grupo de profesores, cada uno llevaba
un ordenador como el que había en clase, bueno, alguno era incluso
más moderno, comenzaron a hablar sobre las tecnologías que se
usaban en el aula y la necesidad prioritaria de que los mismos
docentes estuvieran bien informados y capacitados para usarlas y dar
clase con ellas, algunos apuntaron que habían acudido en el centro a
un curso de formación, otros hacían uso de lo aprendido en la
facultad y otros hablaron sobre un enfoque diferente al que
denominaban PLE ( Entorno personal de aprendizaje) aprendían las
competencias necesarias por Internet, otras personas al otro lado de
la red daban respuesta a sus preguntas y a su vez ellos daban
respuestas a las preguntas de otros, a la pizarra le pareció un
método interesante y muy generoso así que siguió escuchando para
no perderse ni un detalle.
Los profesores hablaban de competencias
que habían adquirido durante estos cursos, competencia informativa,
competencia tecnológica, competencia cognitiva, cada una de ellas
trata sobre una destreza o habilidad, la primera para buscar
información, crear nueva y difundirla, la segunda para manejar la
tecnología que nos rodea y la última para convertir información en
conocimiento. Todo esto es muy importante para que a la hora de dar
clase con las tecnologías a los niños puedan transmitirlos su
actitud positiva y les ayude a proponer actividades creativas para
ellos.
Ya terminaba la reunión, las últimas
palabras fueron acerca de las familias, ellas también debían estar
incluidas en las TIC, pues tienen un papel fundamental en casa con
los niños, así que se propuso hacer algunos cursos también para
ellos con tabletas que sus hijos usarían en clase, con el fin de
estar todos involucrados en esta sociedad de la información.
La pizarra estaba contenta esa tarde
por haber comprendido todo y saber el fin de los cambios producidos,
si la sociedad estaba cambiando muy rápido lo lógico era adaptarse
a ello en la escuela que es el lugar más importante de la Tierra,
pues allí cuidan y enseñan al futuro.
A la mañana siguiente llegaron todos
sus niños, y qué contenta estaba de verles! Pero en el recreo
llegaron unos señores a los que no les hacía tanta gracia ver, eran
unos informáticos que la descolgaron de la pared para poner en su
lugar una pizarra ''digital'' decían, no usaba tizas, tenía
rotuladores, y era blanca, se llevaron a la pizarra a la furgoneta,
pero al sacarla de la clase una esquinita se cayó. Los niños
volvieron del recreo y estaban entusiasmados con su nueva pizarra, y
más aún cuando la profesora hizo con ella una actividad donde los
niños tenían que usarla, rodeaban figuras, completaban palabras...
eran pura alegría al igual que la profesora orgullosa de su trabajo
y de poder influir de una manera tan maravillosa en sus vidas, el
trocito que quedaba de nuestra pizarra todo lo vio desde su
esquinita, sabía que su tiempo había terminado y se preguntó ¿qué
será lo siguiente?
Me ha gustado mucho el relato que has hecho y cómo has contado todo con la pizarra como protagonista. Has hecho referencia a muchas de las cosas que hemos visto en los artículos y en los vídeos como los tipos de competencia digital, la existencia de los centros de formación para los docentes, el entorno personal de aprendizaje (PLE)...pero no dando una larga definición o diciendo ''este investigador ha dicho tal cosa'' sino que lo has hecho contando una pequeña historia de la pizarra y esto me ha encantado. Eso sí, el final me ha dado un poco de penita aunque es bonito eso que has puesto de que en el aula se quedó un cachito de la pizarra y ésta seguía viendo como los niños aprendían y disfrutaban con la nueva pizarra digital.
ResponderEliminarHola Sara,
ResponderEliminarLa verdad es que es una historia un poquito triste, pero me ha encantado! Me parece que has mezclado muy bien el tiempo, cuando hablas de los telefonos moviles que traen los profesores y la evolucion de los ordenadores hasta los portátiles, también me ha gustado la idea que planteas de las familias, que deben estar igual de involucradas en el uso de las TIC, porque forman parte del aprendizaje de los niños.
Por otra parte y al igual que Marta, mencionas la necesidad de que los profesores tengan una formación mediante los cursos a los que acuden ya que adquieren, como tu reflejas, competencias muy útiles y estoy de acuerdo con ello.
Me ha llamado mucho la atención una de las frases que mencionas al final de tu historia y es "si la sociedad estaba cambiando muy rápido, lo lógico era adaptarse a ello en la escuela, que es el lugar más importante de la Tierra, pues allí cuidan y enseñan al futuro" me ha parecido una frase que tiene toda la razón y es cierto, si algo está cambiando, lo mejor que uno puede hacer es adaptarse a ello.
Por último decirte que ha sido una bonita y a la vez trsite historia, me ha gustado mucho como reflejas todos los conocimientos clave del uso de las TIC.